Efemérides

1 de febrero: Nace Norman Rockwell (1926)

lunes, 23 de junio de 2008

Vuelve, Jafuda

Ando preocupada. Primero fue Txetun, y ahora, Jafuda.
Ha desaparecido.

La última vez que se le vio con vida fue el pasado 5 de junio, dialogando con un tedio al respecto de su competidor: el estrés. Desde entonces, nadie ha vuelto a saber nada de él. Y yo me preocupo.

Por otra parte, observo que cada vez aparecen más bomberos toreros con los que yo no contaba, espontáneos que se lanzan al ruedo tremolinero que yo nunca pude sospechar. Resumiendo: gente a la que no he tenido que amenazar ni coaccionar ni chantajear emocionalmente para que entren en http://latremolina.blogspot.com/ y yo pueda decir eso de mira mamá mira lo que hago mira lo que hago mamá pero míraMMMEEEEE!!!
Hay anónimos que me chinchan con que si me hubiera quedado después del concierto a ver al grupo Siglo XXI hubiera sabido lo que es música (lo que hace fantasear a mi imaginación, ya de por sí pizpireta: "¡¡¡Hups! Es alguien que estaba allí! ¿Será alguien que te conoce? ¿Te estaría observando? ¿Llevaría gabardina y sombrero Intocables? ¿El misterioso señor R?"), y también hay novedosos remitentes azules cuyo nombre lleva a columnas escritas en inglés -inglés para hispanohablantes, pero inglés, a fin de cuentas-.
También hace tiempo que no se asoma Jesús I el Acostumbrado, que tantas pinceladas nos aportó en otros tiempos (¿Dónde andas, Jesús? ¿Te atropelló un trailer Schneider en tu Suiza norteña?).
Y luego hay quien se asoma pero no quiere que se sepa (ays, malandres).

En fin, Jafuda: que yo quiero que vuelvas. Seguro que más de uno (que soy yo) te echa de menos.

7 comentarios:

Jafuda Cresques dijo...

Señora Tremolina,

Nunca hubiese pensado que alguien fuese capaz de dedicarme un escrito, y menos por parte de Usted, la única bloguera que ha logrado sonsacarme más de una sonrisa y la que suelo leer siempre que hay alguna nueva entrada (una maravilla esto del Google Reader). Me halaga su interés, tanto que ha conseguido que mi resignación hacia la noche de San Juan (nunca ha sido Santo de mi devoción, valga la redundancia) sea algo más alegre. Gracias.

A su pregunta de dónde he estado hay fácil respuesta: nunca me he ido, pero el hecho de haber sido abducido temporalmente por una empresa cuyo mayor mérito es poder llegar caminando a sus oficinas en apenas dos minutos reales, me desmotiva a hacer comentarios cuando llego a casa y me distraigo con el ordenador. Encefalograma plano, lo llamo. Suerte que el 30 de junio volveré a mi antigua ocupación... o eso espero. Por otro lado, debo admitir que sus últimos artículos estaban lejos de mi imaginario y mi realidad cotidiana, de ahí mi silencio, aunque el interés no ha disminuido.

Sepa Usted que, debido a su forma de escribir (y a su forma de vida, por ende), sus lecturas son siempre bienvenidas y que, cuando no llegan con cierta regularidad, se echan de menos. Y no soy el único que lo piensa, seguro.

Permítame que, por una vez, le envíe un fuerte abrazo telemático...

Cuídese,
Jafuda.

Diego dijo...

Hay quienes leemos La Tremo a escondidas, al abrigo de la siempre confidente intimidad; con nerviosismo si no disponemos de ella (que no me vea nadie, que no me vea nadie, que no…). Nunca se sabe quién mira, quién te acusará de tremolinero, quién te delatará a la inquisición, a los grises, a los cazadores de brujas, a la madre de Tamara (perdón, Ambar (perdón, Yurena)))…

Definitivamente, necesito uno de estos: ¡¡¡paranoia paranoia paranoia!!!

Diego dijo...

PS: O peor aún… enfrentarme a la censura tremolinesca. Todo el que la haya sufrido sabe cuán dolorosa es para el orgullo y para el espíritu. Me río yo de la censura franquista, ahí, cortando escenas en las que se enseñaban los hombros o las rodillas o, ¡virgen santa!, ¡qué desfachatez!, ambas cosas a la vez. Al menos me queda el consuelo de que esos comentarios, considerados hirientes y malintencionados, o peligrosos para la causa por las ideas con que inundan el aire tremolinero, vivirán, felices y libres, en alguna base de datos olvidada de San Google. Porque sé que Google es como las viejecitas de los pueblos, que no tiran nada, ¡leñe!

Anónimo dijo...

Querida Tremo, creo que desconfías demasiado en que te leemos muchas personas por ello enseguida crees que hemos dejado de abrir este espacio. Sepa usted que nos tiene absolutamente enganchados como para perderle la pista. Así que cuéntenos cositas con su gracejo particular que nosotros estaremos aquí, acechantes a golpe de click. Besosss

Anónimo dijo...

No te lamentes por la perdida de adeptos; si nos has tenido un montón de dias olvidados y abandonados.
O acaso piensas que: cualquier religión, secta o comuna que se precie; prospera.... cuando su cabeza visible, afloja las riendas y deja a sus seguidores libres (incluso para pensar)
Pues no y mil veces no; si quieres adeptos entregados a la causa......curratelo !!!!!!
Ah! y cambio foto de la osa Maricarmen por historia de ligue en playa con salto mortal y culo en pompa !!!!! pero ya ¡¡¡¡.

Anónimo dijo...

Hola,resalá:

Esto te lo pongo para que no digas que voy de incórnita. He entrado en tu blog un par de veces pero casualmente el menú del día no me decía mucho en esas ocasiones y por eso no te dejé un mensaje.
Veo que tus experiencias en Den Já salen a relucir de vez en cuando y que no nos olvidas.

Laotiana

Jesús dijo...

Vaya! un comentario diciendo que falta gente y aparecemos como setas! :)

Yo también soy de los que leen desde la intimidad y privacidad de la distancia... Soy más león que escribidoso (olé ahí este detalle vocabularial!)

Pero tranquila excelentísima e ilustrísima señorita Tremolina, que aquí estamos todos esperando con ganas cada uno de sus posts.

Saludos cordiales desde la norteña Suiza!