En la librería donde trabaja mi amigo Carlos entra puntualmente cada mañana a las 11:43 una cartera con carrito que les hace entrega del correo del día, con sus facturas y sus pedidos y su publicidad de Pescanova. Esto ha sido así desde el inicio de los tiempos (es decir: cuatro años).
Pero un día, algo vino a romper la indeferente monotonía del tenga usté este certificado, firme aquí, muchas gracias. A las 11:43 de una mañana de martes no fue la cartera de siempre lo que entró por la puerta, sino la mozalbeta delgadita de pelo castaño que la iba a sustituir.
Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado, mierda domingo, a ver si ya llega el lunes, martes, miércoles, jueves, viernes; y así sucesivamente cada semana Carlos dejaba puntualmente lo que estuviera haciendo a las 11:41 para aguardar expectante la entrada de la neocartera.
-¿Hola? Oiga, ¡oiga!, ¿sigue ahí?, soy Manolo de Juma, ¿sigue ahí?
Pero por más que en interlocutor se desgañitara al otro lado del teléfono, Carlos sólo tenía oídos para percatarse de la apertura de la puerta, con los ojos clavaos en el 3,1416 tallado en madera que decora el friso de la librería.
-(trintrinchintrin) ¡Hola, buenos días, Carlos! ¡El correo!
-(me ha dicho "Hola buenos días CARLOS", seguido de "el correo". Analízalo bien porque esto es que está esperando que la invites al cine. Tú mira pabajo y haz como que ah qué sorpresa tú por aquí) Hola 'nos días.
-Pues venga, hasta mañana. (Trintrinchintrin)
Y así día tras día, la curiosidad de nuestro amigo Carlos por la cartera iba in crescendo, como in crescendo iba el tiempo que ésta pasaba charlando con nuestro amigo y la materia de estudio que ésta le propocionaba("qué querrá decir exactamente con "firma aquí", yo creo que es una sutil estratagema para poder analizar mi escritura... Seguro que si salgo ahora me la encuentro en la esquina repasando mi firma con el dedo").
Hasta que un día, la cartera (trintrinchintrin) añadió un "¡bueno, pues me despido, que ya he terminado la sustitución!" al recoger el boli. El conejillo desvalido que había estado reprimiendo Carlos todo este tiempo se asomó desbocado por los ojos y exhaló, sin permiso de su dueño: "¡¡¿Cómorl??!!". Ella respondió que la cartera titular había vuelto, así que su cometido allí había terminado.
(Carlos por dios di algo que esta tía se va y no la vuelves a ver en tu puñetera vida. Carlos macho di algo que mírala que está ahí de pie en plan "pues nada, pues tal, pues me voy a tener que ir yendo"... Carlos coño que te lo ha puesto en bandeja, a ver por qué si no te iba a decir que es su último día, Carlos, por tu madre, que se pira que se pira que se pira, "te gustaría tomar un café una tarde", "te gustaría toma un café una tarde", repeat after me, "te gustaría tomar un café una tarde", ¡¡Carlos joder que se ha dao la vuelta y ya está abriendo la puerta Carlos host...!!!)
-¡¡¡¡¡ESPERA!!!!!!
La cartera se para en seco ante tamaño producto de la caja de resonancia y se gira, poco a poco. El suficiente poco a poco para que el Paquirri que ha soltado semejante berrido salga por patas de ahí y deje solo y en pelotas a Carlos y a su conejillo desvalido.
-¿Te...
Ella se gira del todo
-¿Te... (glups)
Ella se está acercando al mostrador, donde está sentadito Carlos en su taburete, hasta que se sitúa exactamente frente a él y a unos 20 centímetros de distancia
-¿...Te gusta mi camiseta?, consigue articular por fin nuestro protagonista, mientras tira del extremo de la prenda, amarilla, en la que se puede leer "XVII ruta en bicicleta Vega del Henares", a fin de mostrarla en todo su esplendor.
El Transmongoliano
Hace 11 años
15 comentarios:
Así que ahí es dónde fue a parar mi cajera de la fnac...
A propósito de este post, me remito a un blog de la competencia, cuya lectura recomiendo encarecidamente. Bueno, a mí me gustó...
Algún día tendré mi propio blog y me remitiré a mis propias entradas como alguien que conozco (ejem, ejem)...
Ciertamente, qué bien escribe el señor Casciari!
Siempre es un placer perderse un rato por sus cuentos cortos.
Sobre el tema principal: Pobre Carlos, primero tuvo la inestimable ayuda del Paquirri gritón, y luego lo abandona a su suerte con escasez de palabras...
Por cierto...qué contestó la cartera???
Las historias suelen tener un inicio, un desarrollo y un final, aunque este no sea el caso de sus relatos: desconocemos qué ha sido de Herr Schneider y qué ha pasado con la cartera. Se puede intuir (interpretar , descifrar o advinar) un final para ambos, pero en cualquier caso usted ha emulado a Corín Tellado, dejando a sus lectores con el ¡Ay! en el cuerpo y una angustia desproporcionada. Por favor, ¿sería usted tan amable de indicarnos cual es la resolución (si la hubiere) de ambos desencuentros?
Buenas, Tremolencia:
Todo verídico, (digo esto con un rectángulo negro tapándome los ojos y la voz distorsionada), todo verídico excepto el final. Lo de "te gusta mi camiseta?" se lo dije a otra chica en situación similar.
Ay, la cartera tras el ESPEEEERAAAA!!!! y ya en la calle, me dió su tlfno. en un papel amarillo que rezaba: AVISO DE LLEGADA.
Cayeron tres cines, dos cañeos, y cuando me decidí me soltó un amigossuperguaysparasiempre, y no me volvió a contestar.
Lo cojonudo es que me mudé de piso hace tres meses y ahora es casi mi vecina.
Y esssssooooo!
Una de las mejores tremolinadas que he leído señorita. Por cierto, habíamos quedado para las procesiones de Semana Santa ;-)
¡¡Joder qué lío!! Perdón!! si es que está usté hecho un castigador, Don Carlos, y yo ya me lío con quién es quién de Mattel. Lamentaciones, lamentaciones múltiples, yo, que me vanaglorio de la veracidad de mis crónicas, y ahora tendré que vanagloriarme de la veracidad de un incipiente Alzheimer.
O un crónico despiste, también. Si es que esto es un sindios.
¿Qué? ¿Semana Santa? ¿Con quién?
Errol... ¿eres tú? Is it you?
¿O es el elegante señor R de la pasada crónica? :-)
Estimado Jafuda:
Xacto. Yo os pongo en situación para que luego cada cual le dé el final que más le guste. Como David Lynch, pero en aposta.
Por eso, o porque las cosas igual no tengan final, sino continua evolución. Así que si te refieres al presente, por la cartera sólo puede hablar Carlos (y ya lo ha hecho. Por cierto, ahora me pregunto yo, ¿qué ha sido de la de la camiseta? ¿Quién era?).
Sobre Herr Schneider, pues en eso estoy, esperando la llamada telefónica, como ya os comenté :-D
Pero bueno, no habíamos quedado que "el elegante señor R" era la señorita R, a la que ya habías identificado???
Hmmm... sí, pero si pone "anónimo", me reservo el derecho a asumir que sea un misterioso señor R.
¿Eras tú, eras tú, eras tú? Es que con tanto anonimato yo ya me pierdo...
Era el día de mi cumpleaños. Estaba celebrándolo con un grupo de amigos, y esta otra chica se encontraba presente.Me habían regalado una camiseta muy bonita. Yo ya había hecho mis intentos con la susodicha:
"pues trabajo en una librería...pues tú como vives en Madrid podrías pasarte un día....pues si vienes cuando cierre luego tomamos algo..." a lo que ella había dicho que tararí aunque pronunciase: ehhh.........
Así que siendo el día de mi cumple, contagiado ya mortalmente por el protagonismo, cuando se levantó porque tenía que irse antes, me levanté yo también, y como nos miraba todo el mundo, me cortocircuité, porque además no sabía si repetir la invitación, o tratar de hacerme el gracioso. Así que me salió eso, así, en bajito.
Me dijo que sí.
Que le gustaba.
La camiseta.
Y se fue.
Ocho meses después,creo que alguno de mis amigos aún se ríe por lo bajo diciendo "aaaayyyjijiji, aaaay"
Esto es lo bueno de mezclar historias... que de tener originalmente una historia hemos pasado a tener dos :)
Que sí, que sí, que era yo....
:-P
Siento defraudarte, pero el anónimo es anónima.
Ufff.! menos mal que siempre voy con retraso, como la Renfe (por algo una es: nieta, hija y hermana de ferroviarios) y mi retraso al leer la última tremolinada, da lugar a que también leo los comentarios y en este caso....eso ha devuelto la paz a mi espiritu.
Empezaba yo a preocuparme diciendo: "por todos los dioses; tanta emancipación de la mujer, igualdad, paridad etc. etc." y resulta que esta generación anda mucho peor que la anterior.
Porque: si, Herr Schenider te pone su mano sobre la tuya y a ti casi te da un "flus" y si Carlos ante la Srta. cartera solo puede articular un "te gusta mi camiseta" que encima era de propaganda.....
Era mucho más fácil en mi época: el chico llegaba a la discoteca, empezaba por un extremo a preguntar ¿bailas?, cuando al fin una decia si, llegaba el ¿estudias o trabajas? y todo era muy sencillo.
1º no habia posibilidad de ir a mayores (todos viviamos en casa con papa, mama, hermanos y abuelos)
2º como mucho podias llegar a conseguir un 600, paso previo al "hasta que la muerte nos separe".
Y después de todo esto: no veo yo que la cosa haya mejorado mucho. Cuando uno se queda "bloqueao" se queda "bloqueao" antes y ahora.
Gracias Carlos, por aclararme lo de tu "cartera particular" ya veo que el bloqueo no fué pa tanto (me veia yo pateando las oficinas de correos de Madrid en su busca). Todo sea.... por el amor. Besitos a todos.
Publicar un comentario