Efemérides

1 de febrero: Nace Norman Rockwell (1926)

martes, 26 de febrero de 2008

El horticultor autosuficiente

Es miércoles 20 de Febrero y me dispongo a reencontrarme con la Filmoteca. Ha pasado tanto tiempo... casi dos años. Echan una de kosovares: no me la puedo perder. Entre otras cosas, porque ya hicieron ellos que me la perdiera cuando la estrenaron, en Diciembre. "Sólo hay un 20% de entradas para el público general y se han agotado ya, el resto está reservado para los familiares de los autores", me ladró el bull-dog que atiende en ventanilla. Joé con la familia de los autores. Deben de ser del mismo Pristina, pa ser tanta gente. Y digo yo: si al final lo vas a ver con tu familia namás, ¿no será mejor juntarse alrededor de la tele de casa, que se pueden comer palomitas y pinchos de tortilla y lo que se tercie? Bueno, total, que eso: que en diciembre me quedé sin entrada, y ahora por fin se produce el ansiado reencuentro con el Cine Doré.

Qué nervios, qué nervios, qué me pongo, y encima una de kosovares, llena de gente que sabe situar Bosnia en el mapa, qué nervios... Me introduzco por fin en el recinto sagrado. Me siento en la cafetería-hall. Pischa, un café!!!, digo (en su traducción al intellectis) a la camarera, cuyo gesto indica con vehemencia la preferencia de trabajar en un chiringuito de playa, en su caso. La desgana con que me lo trae subraya lo certero de mis conclusiones. Pero bueno, yo le echo mis tres de azúcar. Qué nervios, qué nervios. Qué me tendrá reservado el inminente destino. A mi vera pasa un tipo en su cincuenta y tantos con un libro adosado a los brazos, en el que se puede apreciar perfectamente el título que, de hecho, me siento conminada a leer. "El horticultor autosuficiente". Con la misma tipografía y color de fuente que tenía mi cartilla "Vamos a leer 2", a la sazón, con la que me inicié en la lectura. Ole, ole con ole. Esto empieza bien.

Después de un ratín de observancias y escuchas, me adentro en la sala y veo en pantalla a los kosovares. Que no que no que aquí no hay corrupción, que bueno sí un poco, que los serbios se han cargao a mi hermana, que los albanos se han cargao a la mía, que a ver si vivimos en paz, que a vivir en paz tu puta madre. La verdad es que el documental está muy bien. Mejor que la mayoría de los de su especie que haya podido ver hasta ahora, la verdá, por muy patrocinados que estuvieran por el Tribunal Penal Internacional de La Haya para la Antigua Yugoslavia (dios mío, 10 palabras 10 pa mentarlo).
En los títulos de crédito estaba cuando de repente, oh dios mío, resulta que la peli viene con extras: se improvisa una sesión de ruegos y preguntas, de debate espontáneo. Inaugura y monopoliza un parlante cubano, que nos quiere instruir a todos al respecto de la historia, pasada presente y futura, de todos los países del orden mundial. Qué pesao de hombre. Es como Fidel, pero en vivo. Observarle me dio pie a pensar que igual Fidel no ha estao ahí tanto rato por las armas, sino por la pesadez. Ahí habla que te habla y los demás dicen bueno bah pues déjale ahí que hable qué pesao total mientras está ahí hablando no se mete en cosas peores de drogas y latinkings.

El cubano sigue imponiéndose sin tregua y la gente se empieza a amotinar. Quieren hacerse valer, y comienza el concurso de méritos. -"Yo no estoy de acuerdo con usté porque cuando estuve en los campos de refugiados de Mitrovica (...)" -"Sin embargo yo, en mi etapa en Istok con la ONG (...)" A mi lado se alza en ese momento una muchacha que suma puntos por eslovenidad.
El caso es que la ronda de preguntas se acerca peligrosamente a mi situación geoestratégica. Huy la leche, y ahora yo qué pregunto. Tengo que lanzar algo de índole sociopolítica, con breve exposición histórica previa a ser posible, de contenido actual para atraer el interés del público presente, que claramente indique mi conocimiento óptimo de la materia, y de forma locuaz, quizá con cierto tono mordaz, que cree un efecto de simpatía generalizado.

"Sí, buenas tardes, yo tengo una curiosidad de carácter más bien diplomático... ¿Ustedes saben si, al igual que ocurre en Bosnia con las personas de origen croata, a los kosovares de origen albanés les da Albania pasaporte albanés si lo piden?"

Y con esta joya que me nace de la garganta seré recordarda ad infinitum en los anales filmotecarios, me temo.

10 comentarios:

Txetun: dijo...

No entraré a analizar ciertas incongruencias textuales que me llevan a pensar que hay más ficción que realidad en lo dicho. Concluyendo, me parece que usté no hizo la pregunta que afirma. Solo por curiosidad, entonces, ¿el título del documental era "El horticultor autosuficiente" o ese era el título de la cartilla de lectura del parroquiano centroeuropeo? ¿Quién dirige el documental? Es que se me ha ocurrido que, a lo mejor, los que de vez en cuando leemos el blog (uséase, que hablo por mí pero me escudo en los demás) quizá estemos interesados. Nada más, señorita. :P

La Tremolina... dijo...

Todo lo que en este blog aparece es cierto. A ver si al final va a tener razón mi amiga Irene, y lo que acontece a mi persona va a ser realmente inverosímil. Aunque no sé muy bien qué puede tener de inverosímil lo relatado en esta crónica (porque, insisto, son todo crónicas).
"El horticultor autosuficiente" es el título del libro que llevaba el mancebo en brazos. Que, a la sazón, no tenía pinta de centroeuropeo, sino de centropeninsular: así como de Parla.
El documental lo dirige un grupo de periodistas agrupados en una especie de asociación llamada "No estamos de paso".
El documental se llama "Kosovo: la última cicatriz de los Balcanes" y fue rodado en 2007.
La pregunta que hice, muy a mi pesar, la hice. Le emplazo a que consulte a los que no están de paso o a los mismos filmotecarios. Algo me dice que se acordarán de mí.

De todas formas, si usted necesitare cualquier información anexa al respecto de lo que aquí leyere, puede tranquilamente consultarme por vía electrónica o hasta telefónica como hicieren otros, que yo muy gustosa se la daré hasta donde estuviere en mi mano.

Por éstas. (Este último pronunciado con acento chulapo de Pichi) :-)

La Tremolina... dijo...

Nota al pie: mi madre me acaba de preguntar "¡¡pero al final qué, tienen pasaporte albanés, sí o no??"
Y por fin he comprendido cómo es que se me ocurrió hacer semejante pregunta. De casta le viene al galgo, y la genética es la genética :-)

Txetun: dijo...

Ok, tomo nota a ver si tengo suerte y lo encuentro por algún lado. :-P

Anónimo dijo...

Me consta que sí, que podrías muy perfectamente haber hecho semejante pregunta... sí... recuerdo un monólogo a un cierto ukraniano que decía algo de la integración de los inmigrantes o algo así que concluía con el comentario de que él estaba muy guapo y no recuerdo que más (la vergüenza de haber sido incluida en la opinión aquella me hizo olvidarlo)...
y bueno, ¿tienen pasaporte o qué?

La Tremolina... dijo...

¿Ucranianos? ¿Contigo dentro? ¿Y yo tengo algo que ver con eso?
¿Eso pasó en Chile o en España?
¿En Barcelona o en Madrid? ¿No seria australiano el gachí, a lo sumo? Aymadre Paola que ahora la que se empieza a preocupar soy yo... :-/

ladesordenada_ dijo...

Pues yo me he quedado con la misma duda y no sé si irme a la cama ya o ponerme a buscarlo en Interné.

Les dan el puñetero pasaporte o no????

La Tremolina... dijo...

No me lo puedo de creer. Bueno, veo que o mi madre tuvo muchos hijos, o mi pregunta no es tan absurda.
O somos muchos los absurdos (que también puede ser).

¡Pues no lo sabían! Se quedaron con cara de sota y finalmente por decir algo dijeron que ellos pensaban que igual sí.

Pero yo, gracias a mi conocimiento óptimo de la materia ya por todos conocido, concibo yo pa mí que igual no.

Anónimo dijo...

Soy una de la integrantes de Noestamosdepaso que según Tremolina nos quedamos con cara de sota,ja,ja... Os puedo asegurar que si realizó esa pregunta y también lo del cubano. El libro del horticultor ... eso ya no lo sé. Por cierto, si alguien quiere ver de nuevo el documental lo proyectan en la Filmoteca de nuevo este miércoles día 2 de nuevo. Y por cierto la primera vez más que familia había mucha gente que había participado en el documental y ya que lo hicieron por amor al arte al menos se merecían una entrada.

Un saludo y nos vemos en http://ondasdeesperanza.blogspot.com/ o en www.noestamosdepaso.com

La Tremolina... dijo...

Toma ya.

No me lo puedo creer. No me lo puedo creer. Cómo los hilos del mundo se confabulan pa tirar a la vez de ambos extremos y hacerlo piccolo, piccolo, de tal forma que la matriz de cuatro dividida entre la raiz cuadrada de tres dé como resultado que estos señores acaben en La Tremolina. Mejor no me pregunto cómo ha sido, que acabaré con una camisa blanca con cintas que te dan la vuelta y diciendo que Carrillo y yo vamos a arreglar el mundo, como mi vecina en pleno Mercado de los Mostenses en el año 72.

Haré un pequeño inciso serio y personal (al que no acostumbro) para decir que, vicisitudes mediante, me tiré casi 2 años habitando en La Haya, así que cierto contacto con el tema exyugoslavo sí he tenido. Y este documental de referencia ("Kosovo: la última cicatriz de los balcanes") es con diferencia uno de los más completos y rigurosos que he visto, mucho más merecedor de exihibirse en la filmoteca de allí ("Filmhuis Den Haag") que la mayoría de los que se exhibieron en el último ciclo al respecto, ciclo organizado por la embajada francesa y el ya mentado Tribunal.

Bueno, que gracias múltiples y completa reverencia hacia ustedes por vestir a La Tremolina de largo, y sean muy bienvenidos. Pasen y vean.

Y sigan kosoveando!!! (y yo que lo vea, también)