Avezados lectores:
Se habrán percatado ya (porque sé que ya nadie utiliza el guguelrríder) de que figura una nueva encuesta referente a La Tremolina a la izquierda de sus pantallas. Bien, de cara a mi inminente salto al estrellato (es decir, a darme la gran hostia), es conveniente para mí y mi agente conocer los principales canales por los que la masa llega a este espacio de ocio y cultura (el B2B2C, que llaman los hombres de empresa de mundo).
Pueden ustedes satisfacernos con su opinión hasta el día 7 de septiembre a las 12:30 (que es la hora del bocadillo). SACAU, MAMÁ: no vale votar dos veces.
En fin, ahí les dejo, para que se sientan importantes y participativos en este mondo modernno de museos interactivos y mensajes al 7745.
Efemérides
jueves, 28 de agosto de 2008
Su opinión es la que cuenta
domingo, 24 de agosto de 2008
Eric Moussambani
Muy buenas.
Sí, soy una desvergonzada. Hace ya unos días que regresé de mi segundo retiro espiritual a la ya mentada playa levantina de referencia, y no me he dignado aparecer por aquí para enseñarles a ustedes la pertinente ristra de fotos de las vacaciones ("y esta soy yo sentada en una roca", "y esta soy yo sentada en una roca con el rostro ligeramente ladeado en dirección sur-sureste", etc).
Pero es que mi intelecto, necesitado de un orden y un concierto, no ha parado de recibir estímulos sobre los que meditar y obtener sapiencia. Y me he pasado un montón de días con los estímulos por ahí alborotados, hasta que ya se van cerrando etapas y puede una descansar en paz, con todo en su sitio. Por ejemplo: acaban de concluir las Olimpiadas Made in China, exportadas en grandes contenedores al puerto español TVE1. Y ahora ya puedo asimilar lo que ha ido ocurriendo en estos dieciséis días.
Todo empezó una tarde en que yo había quedado con mi amiga Irene para ir a beber zumo de sandía. Puse la tele un rato antes, y arrea: en la pantalla había un tío que corría por el espacio, lanzallamas en mano, tó oscuro.
"Esto va a ser cosa de los soviéticos. Han decidido lanzar al neo-gagarin, ahorrándose la cápsula". "¡Ah, estás viendo las olimpiadas!" dijo Irene al entrar en casa. Y ahí fue cuando empecé a recibir estímulos y ya no he parao hasta ahora.
Las Olimpiadas son una cosa en que los países del mundo mandan seis personas o seiscientas (facultativo) pa que corran y salten y naden y tiren objetos por los aires mientras los que se han quedado en los respectivos países se despierten muy prontito en pleno agosto y digan huuuuyyyyygasoooolll!!!! y sufran y padezcan como mi amigo Carlos, quien me acompañó en la primera etapa de este segundo retiro espiritual. Con ese homo baloncestis que es mi amigo Carlos he aprendido un montón de cosas, como que eh qué pasa eso son pasos estos cabrones que juegan según las reglas de la NBA y los árbitros se lo consienten a qué coño estamos jugando aquí.
Las Olimpiadas son también lo único, junto al certamen de Miss Universo, para lo que todos los países del mundo se ponen de acuerdo, y así puedes ser presidente de una bollante república europea y decir siempre la mierda los chinos qué hijoputas eso es un régimen dictatorial que reprime con dureza los derechos humanos y sin embargo pasearte por una alfombra roja que lleva derechita al Hu Jintao y darle la mano. Pero es que son Olimpiadas, y es una ocasión especial, como en las bodas de los pueblos: dale un cigarro al niño, que es la boda de su prima.
Las Olimpiadas son igualmente una cosa en la que una muchacha de 19 años puede pedir insistentemente que le metan un brazo que se le ha salido, o unos daneses pueden abordar (¿?) un barco croata porque se les ha roto el suyo. Desconozco si los daneses llevaban parche, y la suerte de los croatas. En las Olimpiadas puede pasar también que una señora le dé besos al suelo porque se despide de la competición tras informar de que "se va una estrella, soy una gimnasta única", o que la madre de un tipo que rema salga en la tele básicamente diciendo que bué, que sí, que bien, que la plata, pero que su hijo había venido a por el oro. Lo cual no sé si quiere decir que le quiten el oro al otro y se lo den a su hijo, o que qué decepción de hijo que tiene.
También he aprendido que para hacer vela tienes que tener un acento un poco particular, o que para jugar al baloncesto tienes que hacer gala de un mote algo ridículo: "Aíto" por Alejandro, "Rudy" por "Rodolfo", "Ricky" por "Ricardo"... La ventaja es que, si alguna vez les fuera mal en la disciplina, les espera una carrera prometedora como animadoras. Igualmente he reparado en unas señoras que bailan en el agua bocabajo y son capaces de dar volteretas en el aire impulsándose desde las profundidades. Y que dicen que no saben ir de compras porque no tienen desarrollados los músculos de andar.
De lo que deduzco que habitan en L'Oceanografic de Valencia y que, cuando no compiten, se ganan el pan dandole vueltas a una pelota con la puntita de la nariz.
En fin. Hoy se han acabado las Olimpiadas y ya puedo descansar. Ha ganado China. Consecuencia de un duro entrenamiento y un generoso sistema de recompensa por incentivos ("como no ganes, te ves con toda tu familia en el arrozal"). Dicen las lenguas que algunos árbitros han obrado de forma dudosa. ("Como no lo hagas, te bloqueo todas las exportaciones de componentes electrónicos al país").
Bueno, pues eso. Que los que han corrido y han saltado y han nadado un montón, se han llevado unas medallas del tipo de las que daban en mi barrio de pequeña, solo que en esas no pone "Campeón de Yudo - Parque de la Bombilla 1984". Que enhorabuena a los premiados, que tienen, efectivamente, gran mérito.
Pero yo me sigo quedando con el mérito de equivocarte por segunda olimpiada consecutiva al apretar el gatillo y disparar a la pared cuando eres el gran favorito del evento, o con el ya famoso, por los siglos de los siglos, nadador de Guinea Ecuatorial que casi se ahoga al tratar de cruzar la piscina en Sydney 2000. "Es que en mi país son más cortas", afirmó a los periodistas que aún no se habían ido a cenar cuando por fin consiguió llegar a la meta. En honor a él, decido que el título de esta crónica sea Eric Moussambani.
jueves, 7 de agosto de 2008
La República del Papel
Ayer, conminada como quien no quiere la cosa por un Tedio ya desatado, exaltado, un Tedio que campa a sus anchas cual Cid Campeador por mi puesto laboral a falta de un jefe que lo dome, un Tedio vestido de guiri floreao que está haciendo su agosto por estos lares como consecuncia de las vacaciones masivas del personal de la oficina, decía, en el día de ayer, conminada por este Tedio, me paseé, nadé, buceé, hice el muerto y recogí conchitas por el internet del mundo mundial.
Y no sé muy bien cómo, fui a parar a La República del Papel.
En La República del Papel, sita en Castellón (Castelló), vivían una vaca emo, el chino Xiao Xiao, Paco el esquín-jed y un general de las SS reconvertido no ya en curandero milagroso serbobosnio sino en rockero metalúrgico.
Comprendí que La República del Papel era un lugar al que de modo natural había de pertenecer un ser como yo. Que La República del Papel era la wikipedia y el Espasa y la Enciclopedia y el Érase una vez el hombre, todos juntos. Comprendí que La República del Papel era un lugar en el que se concentraba el saber y la cosmovisión y la comprensión del mundo.
Comprendí que La República del Papel era El Lugar al que acudir en busca de respuestas.
He aquí la luz:
http://republicadelpapel.blogspot.com/2008/08/psers.html
martes, 5 de agosto de 2008
Búsquedas
El Google Analytics ese que me presentaron hace un tiempo tiene más botoncitos y pestañitas de colorines que si le das te salen dibujitos y te cuenta cosas muy curiosas. Por ejemplo: he descubierto que en la esquina inferior derecha te dice cómo narices ha llegado la gente a La Tremolina, y una de las opciones, en concreto la que ahora mismo quiero compartir con ustedes, hace referencia a "Motores de Búsqueda".
Usease: que cuando uno pone en el gúguel "La Tremolina" y llega hasta este rinconcillo, se queda grabado y luego el Analytics este me pega a mí el chivatazo, así por lo bajinis.
Quiero compartir ahora con ustedes algunas de las búsquedas que los seres humanos han hecho en la barrita blanca, gracias a las cuales han ido a parar a esto que ustedes ahora leen.
No preocuparse, que el Analytics me dice el pecado, pero no el pecador ('cachis).
Las búsquedas más habituales, lógicamente, son aquellas en las que se pone "La Tremolina", "la tremolina", o "tremolina" a secas (para los amigos). Luego hay quien ha llegado hasta aquí con búsquedas como "que vuelvan los 80", "riau riau las vacas del pueblo" (de esto hay varias versiones) o "Abraham Martínez".
Pero sorprende, en el puesto número 6, la búsqueda "cuarentonas buenorras". Y sorprende más aún que de ahí se llegue a La Tremolina. Y más todavía, que alguien pinche en el enlace para, efectivamente, entrar en La Tremolina (ya que, de otro modo, no se queda registrado).
Existe también lo que podría denominarse la sección bricomanía, donde se archivarían las búsquedas "como hacer un peluquin", "con que se quitan las perrillas", "metodos para que una señora se enamore de uno", "que quiere decir ocurrio un hecho inverosimil", "como se puede volver a pegar los polvos sueltos" y un compilatorio "como se hacen las cosas"; y la sección preguntas sobre yo y el entorno y/o cuestiones de espiritualidad, a saber: "ques la infanci de que año a que año va", "como son las tias yugoslavas", "eslovenos y eslovacos", "eslovenia turismo sexual", "que es pipas, comida arabe", "que es un peluquin", "que era un horticultor", "que produce un horticultor" (observamos que el tema causa estragos), "que significa la palabra schatzing en aleman", "la profesion va por dentro o la procesion va por dentro" (esta cuestión despierta muchas dudas en diversos lectores, al parecer), "merto mas sercano a la calle condesa de venadito", "nevera autosuficiente", "analisis sociologico rastafaris", "creador pac man dijo colores", "dia internacional del horticultor", "existe otro puerto de santa maria en el mundo" y un sorprendente "tias con barba".
Ni que decir tiene que la cuestión del top-less ha traído cola (jé): "nudista", "top-less playa", y un lector que sabe muy bien lo que quiere: "torrevieja + tetas". Ni que, siendo como es un espacio del vivir popular, del día a día, no podían faltar las búsquedas relacionadas con los cánticos tradicionales del español de a pie, como "cancion que dice sorry im a lady", "fonetica de la cancion alf poier weil der mensch zählt", "pajaritos ha bailar cuando acaban de nacer", "toma tomate tomalo en ingles" o "viva franco que tiene el culo blanco"
Existen otras búsquedas dignas de aparecer en este epígrafe, pero que no sé cómo clasificar: "teoría multirracial" (¿?), "bola de cristal apología del alcohol", "futuro simple de subjuntivo", "gusiluz nasal", "collejas marroquíes", "entresijos gallinejas", "polla ex amigo paquirrin", "pollas alemanas sneider", "youtube perrea santa maria", "aviones accidentados deverda" y variaciones sobre la "pitufo cervesa", que, por el número de búsquedas, concluyo que es un asunto que tiene preocupada a gran parte de la internetidad.
Pero la mayor de las sorpresas consiste en constatar que, efectivamente, hay quien busca "cirio, incienso, costal y tambor guia de la semana santa". Si buscaba referencias, habrá sido sin duda la única búsqueda fructuosa, con la tontería.
viernes, 1 de agosto de 2008
Top-less
Debo advertir a la concurrencia de que me va a salir un artículo pelín picantón.
Por lo que recomiendo a los lectores de más estricta moral dejen de leer estos párrafos y se dediquen en su lugar a observar fijamente la fotografía de un inofensivo gato de tono canela que encontrarán a su izquierda, un poco más abajo. Durante los próximos dos minutos, aproximadamente.
Hace unos días estuve en la playa. En una playa levantina normal y corriente que si bien no es Benidorm ni Torrevieja ni Gandía, anda presentandose a oposiciones para lograrlo.
Qué quieren, señores. Después de casi dos años de perenne eclipse solar en mi destierro noreuropeo, yo volví convertida en una inusitada lopezvázquez ávida de perseguir suecos por las playas de Altea y, para sorpresa de propios y extraños, renegué de bosnios, croatas y serbios cuando, frente a un inmenso montón de pipas que me había servido para acompañar la ocasión, proclamé:
"Quiero irme de vacaciones a Oropesa del Mar -provincia de Castellón-"
Pues eso. Me fui para allá en pleno Puente de Santiago, Auto-Res mediante. Me hubiera ido en un 600, pero no tengo carné de conducir. Llegué allí a la 1 de la mañana.
A las 11:23 de la mañana del día siguiente me encontraba yo ya puesta y dispuesta a tomar posesión de mi cargo de bañista dominguera, hambrienta de sol en la testuz que derivara en potencial cáncer de piel.
-Máama, me voy a la playa
-¿Te has echado crema?
-Sí, me he echado crema. Una pregunta, máama: ¿a ti te molesta si me quito esto? (inquiero, mientras me señalo la parte superior del bikini)
-(...)
Mi progenitora trata de pensar rápido en los milisegundos que se dispensa a fin de que no se note que trata de pensar rápido. Yo sé muy bien (que por algo me ha parido) qué cruzada se está librando en su fuero interno. Mi madre es muy moderna para todo lo que no lleve la palabra "vecinos" del brazo. Pero si aparece esa palabra, le ataca el repelús. Es decir: yo podría irme a una playa nudista, posiblemente con ella, siempre y cuando fuera una playa a la que no acudieran los vecinos.
-(...)hhmmmmy si si te vas un poquito más para allá -risita semi nerviosa- bueno bah anda no total bah qué tontería pues si quieres quítatelo -mordida leve de labios, mirada furtiva hacia el suelo-.
Al final, decido quitarmelo un poquito más para allá. Total, qué más me da. Así que inicio un paseo por la orilla con el que me acompaña, y a una distancia prudencial pero no exacerbada, procedo a liberarme del símbolo del pundonor.
La hostia.
Juro que no es la primera vez que lo hacía. Yo ya llevaba unos cuantos años haciando la liberada de los 90. Pero también llevaba unos cuantos años (en concreto, tres) sin pisar una playa. Y aquí conviene indicar que la vicisitud principal consiste en que últimamente me he hecho mayor y esto se manifiesta en que me han crecido las tetas. Mucho. A estas alturas.
Me estoy acordando de todas y cada una de las veces que deseé, como buena adolescente que leía Ragazza, tener las tetas más grandes.
Error.
Las tetas duelen. Las tetas saltan y suben y bajan cuando andas y duelen. Y esto es algo de lo que a mí nadie me había advertido.
No las reconozco, no las reconozco. No son hijas mías. Se mueven de forma autónoma y no las reconozco. Y por más que yo trate de convencerme de que en realidad es una ilusión óptica, como lo del cuello de las palomas que lo cierto es que se mueven normal y es sólo que al ojo humano no se lo parece, no lo consigo. Y lo que es peor: no sabría cómo convencer a los demás bañistas, tampoco.
Qué vergüenza. Qué dolor. Qué todo. Yo quiero volver a estar plana. El que me acompaña me agarra la mano.
-Nunca más -le digo. Yo esto no lo hago nunca más. La próxima vez nos vamos a una playa de nudismo normal.
-Sí, hombre -responde. Para que el que se muera de vergüenza sea yo.