Efemérides

1 de febrero: Nace Norman Rockwell (1926)

lunes, 14 de septiembre de 2009

El Tío Matt

Queridos sobrinos en potencia:

Es mi deber y placer presentar en sociedad un incunable, una joya de la literatura, un algo que tuvo que haber sido hace mucho tiempo y nunca fue. Hasta que por fin la lógica ha entrado en razón y ha sido inaugurado, recientemente, el blog del Tío Matt.

Déjenme que les hable del Tío Matt. Yo al Tío Matt lo conocí por culpa de Kosovo. “Pues tengo yo un amigo que ha estado en Kosovo hace unos meses…”, empezaba la frase que me haría entrar en una nueva dimensión del tiempo, el espacio y la percepción. La frase la estaba diciendo Juan, un compañero de trabajo, por una evocación de la memoria que le había asaltado ante el hecho de que yo quisiera irme a los Balcanes de nuevo, esta vez al sur-sureste (véase el Astrolabio de Livingstone para un conocimiento más profundo sobre el particular).

-Y tu amigo, qué es, soldao, ¿no?
-No, no, qué va
-De una ONG
-No
-Traficante de armas
-No, ¡qué va! ¡Es viajero!
-(...)
-Ahora te paso unas postales que nos ha escrito…

Ante tal sacudida de mis cimientos en lo que a trabajos y aficiones se refiere, ardía en deseos de tener constancia de la existencia del Tío Matt. Leí las postales. Qué deleite. Qué buen hacer de la palabra y la observancia. Yo tenía que contactar con el Tío Matt, tenía que hacerle saber que existo, tenía que hacerle saber como fuera que en mí había encontrado una fan cuya admiración perduraría más allá de la muerte, como las de Jim Morrison. Pero no iba a ser fácil: Juan se hacía de rogar mucho a la hora de hacerme partícipe del contacto de tan alta personalidad.

Y al final, como por sorpresa, llegó. El Tío Matt se manisfestó en forma de email en mi propio buzón de correo electrónico, ofreciéndome sus servicios como despejador de prácticas dudas balcánicas si así lo necesitare. El Tío Matt en código binario. Qué deleite.

“Estimado Tío Matt: Muchas gracias por su ofrecimiento. Me será sin duda muy útil poder consultarle al respecto de los transportes de Pristina. Quería también comentarle que estoy enamorada de usted. Y no sé si sabrá la frecuencia de trenes entre Belgrado y Novi Sad”

Mi conciencia del Tío Matt se fue ampliando hasta desarrollar lo que yo hoy denominaría una amistad (no sé si él convendrá. Entiendo que sí, porque en alguna ocasión me ha fabricado y regalado trufas de chocolate de ron y canela). El que me acompaña me consta que también se enamoró de él a través de sus postales, y sé que ahora mismo, la mayor parte de los que estáis leyendo esto, estáis llamados a formar parte del ejército de sobrinos; ya lo sois en potencia, sólo que no os habéis dado cuenta. Sólo necesitáis las postales que, ahora sí, habitan en su blog. Larga vida al blog del Tío Matt.

(La otra parte se afiliará al matteismo en cuanto el Tío haga público su listado de las 100 personas a las que fusilará en cuanto llegue la Revolución, seguro)

5 comentarios:

Txetun: dijo...

Le echaré un vistazo sólo por la hipervinculación a ese pedazo de serie que marcó las infancias de los de nuestra generación. Bueno, por eso, y porque eres tú; pero no prometo enamorarme del tal tío Matt. :-$

Jafuda Cresques dijo...

Señora Tremolina,

Siguiendo su recomendación revisaré el bló del Tio Matt de vez en cuando, sí... Por cierto, ¿no se iba Usted a Vietman?

Cuídese,
Jafuda

P.D. "Comma" como palabra de verificación...

La Tremolina... dijo...

A Vietnam nos dirigimos, sí señor, y a Camboya, próximamente en sus pantallas.

Aunque nunca podré competir con El Tío Matt, eso es cierto.

Entre otras cosas, porque cuando yo estoy de parranda por ahí por los mundos no me acuerdo de ustedes para nada. Que lo sepan >D

mami-mami dijo...

!Que alucinante, que bueno¡ lo del tio Matt en Malta.
Pero, todo eso no puede ser cierto ¿no?, supongo que es pura invención, porque de lo contrario, es el colmo de las experiencias raras. De cualquier forma, buenisimo el blog del Tio Matt.

dezaragoza dijo...

Gracias por semejante recomendación. Vamos a verlo a ver si me hago sobrino virtual también.