Efemérides

1 de febrero: Nace Norman Rockwell (1926)

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Principios y finales

Hoy La Tremolina cumple un año. Parece que fue ayer (que dice la frase hecha y rehecha) cuando una se ponía enfrente de esta cosa "elija fondo > personalice texto > ya tiene su bló" y le daba por escribir sobre la vuelta del break-dance (poco iba a saber yo entonces que Buenafuente, como siempre, me copiaría de cara a Eurovisión >D).

En este rato, han sucedido diversas banalidades de las que les he ido informando puntualmente, y ustedes han ido surgiendo de entre la nada (unos por coacción, otros por generación espontánea) y se han acomodado entre estas páginas, para regocijo de su dueña. A este respecto, quiero entregar públicamente el Sugus de Piña de Oro a la Sra. Díaz, que calladita, calladita, encabeza el ranking de oteadores tremolineros, desde su Rostock de adopción. O eso, o las cincuenta y tantas visitas al mes provenientes de Rostock se deben a un club de fans del que no tengo constancia. Asimismo gracias a Barcelona y a Santiago de Chile, que se disputan el segundo puesto. Muchas gracias igualmente a los que pasean de vez en cuando, y, por supuesto, a los comentaristas más y menos habituales, que son la sal del ciberespacio. No me olvido del visitante de El Puerto de Santa María, ese que probablemente llegó por error y que nunca volvió a pisar, y que tiene artículo en su honor y todo.

En fin. El año termina, La Tremolina hace pucheritos en su cuna, y cada cual tiene su forma de celebrarlo. En Valencia tiran petardos y queman ninots. En Israel también. En Madrid nos apechugamos unos contra otros en la Puerta del Sol para ahorrar calefacción.

Sin embargo hoy, en que La Tremolina cumple un año y que el mundo celebra el fin del mismo y la llegada de uno nuevo, es también el día que ha escogido mi semiabuela para morirse. Cae así el penúltimo bastión castizo, la penúltima representación del habla chulapón, la penúltima persona que me preguntará por "el que me acompaña", en lugar de preguntarme por "mi novio". Y que me dirá que qué buen mozo, y que "me lo administre". "Porque anda, maja, es muy bonito que a una le digan lo lista que es, y lo maja que es, y que es la más guapa del mundo, aunque no lo sea". Cae mi semiabuela y serán ya pocas las personas en el mundo que tengan amigas que la visiten cada tarde.

Así que permítanme que me retire unos minutos entre bambalinas. Por mi parte, y hacia ustedes, sólo me queda insistir en la misma idea: Gracias por venir.

8 comentarios:

dezaragoza dijo...

Mi más sentido pésame.

Jafuda Cresques dijo...

Señora Tremolina,

En primer lugar, mis condolencias por la pérdida de su semiabuela: por sus palabras se desprende que le unían lazos fuertes.

Luego quisiera animarla para que siga escribiendo en su bló, las visitas desde Barcelona se han convertido en una (agradable) obligación.

Cuídese mucho,
Jafuda

Anónimo dijo...

¡Caramba! Nunca habría imaginado que se podría llegar usted a poner tan tierna.
Y lo cierto es que le sienta bien.

Ana Victoria dijo...

Cualquier persona que haya conocido a tu abuela, siendo tu semiabuela del mismo carácter, comprendería a la perfección tus palabras. Que dejemos de existir será ley de vida pero, como tantas otras leyes, es muy injusta. Mi querida Tremo, un abrazo muy fuerte.

Diego dijo...

:_)

Anónimo dijo...

Un abrazo muy fuerte, Tremolina, desde el otro lado del charco.
Aprovecho el saludo para confirmarle que hemos recibido su saludo de año nuevo Chino ayer, extienda por favor nuestros saludos a Don astrolabio de livingstone y al que la acompaña.
Un abrazo desde Santiago de Chile

sacau dijo...

Estimada Tremolencia:

Uno a veces se pregunta:

- ¿Qué vestido llevará Pe a los Oscar?

- ¿Afinarán en el futuro su puntería zapatil los periodistas iraquises?

- ¿Por qué tenemos tanta prisa en nuestra vida cotidiana?. ¿Somos marionetas llevadas por la inercia de la nada?

- ¿Escribirá un nuevo post la Tremolina con sus dedos vertiginosos?¿Nos quitará esta mujer el "mono" que ya nos palpita hasta en las encías?

-¿Eh? ¿Enh?

Anónimo dijo...

Un saludo para ti también, Pao. Y feliz año. :)